miércoles, 24 de abril de 2013

LA HISTORIA


Su historia para mi:
Para mi tener un willys original siempre fue un sueño.  Junto con  mi padre y mi hermano compartimos el sueño de poder  reconstruir o armar un vehículo de éstos, y  este sueño se empezó a materializar cuando a él lo agredió  sin aviso alguno un  infarto al corazón en Marzo de 2010; solo hasta ese momento descubrí  que la vida se  puede ir en cualquier momento. Por vía de la reflexión  concluí  que hay que aprovechar  las posibilidades que nos ofrece la vida, al máximo. Y  que los sueños hay que intentar cumplirlos, y fue así cuando en uno de esos sombríos días cuando iba camino a la clínica a visitarlo, me encontré por causalidad con un “ Eugenio”,  y aunque estaba totalmente deteriorado  y le faltaban  muchas de sus partes, pensé que si se restauraría, ello equivaldría a resucitarlo; era la oportunidad que inconcientemente  estaba esperando, y ahí estaba.  Ante ésta  señal se me estaba  indicando que era la oportunidad y no podía desaprovecharla, y que  para mi papa sería muy bonito encontrarse de frente con el jeep cuando regresara a casa. Las cosas se dan de esta forma,  y en honor a mi padre  empecé con  su restauración, que me toma casi 3 años,  pues es un vehiculo con demasiados detalles y si quería algo original, debería fijarme en todos ellos.
Las  piezas y repuestos  no fueron fáciles de conseguir,  incluso debimos acudir al mercado Norteamicano, y de allí proviene la gran mayoría de piezas lo importante fue que se  logró conservar toda su originalidad, pudiendo hoy afirmar que éste  jeep es  realmente  un sobreviviente de guerra. El número de serial  que esta impreso en su motor, el MB438319,  corresponde a un vehículo   mejor puesto en marcha el 5 de febrero de 1945.

En Septiembre del año pasado , junto con  la mujer que amo , hablamos de la posibilidad de realizar éste sueño: Viajar por sudamerica y qué  mejor que hacer una mezcla de ilusiones  realidad, y realizar el viaje a bordo del tan anhelado  willys,  vehiculo  que por esos días estaba a punto  completar su restauración, es decir, prácticamente resucitado. Sin pensarlo mucho tomamos la decisión de hacer el viaje a bordo de” Eugenio”.

Restaurado por mi y en honor a mi viejo
JULIAN RODRIGUEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario